Mientras lees estas líneas
el estrés hídrico se torna cada vez más amenazante, al tiempo que
soluciones creativas y sostenibles se hacen urgentes. Se
estima que hasta el 2020, esta situación podría afectar a más de 18 millones
de personas. Ciudades latinoamericanas como México, Río de Janeiro
y Lima están entre las 20 ciudades del mundo más afectadas por la falta de agua.
Singapur, considerada como la Suiza asiática, no escapa de esta
problemática. La ciudad-estado es vista como una de las
ciudades con mayor estrés hídrico del mundo; lo que contrasta con
su condición de tener la mayor densidad poblacional de
millonarios en el planeta.
¿Cómo afrontar el reto de enfrentar una creciente demanda de agua, tomando en cuenta el estilo de vida de los habitantes de este país?
- NEWater
El concepto es un poco
“del baño al caño (grifo)”; y a primera impresión podría
parecer poco salubre, sin embargo, la Agencia Nacional de Agua de
Singapur insiste en que esta solución sobrepasa los estándares de
la Organización Mundial de la Salud.
Sí, se trata de un modelo
que recicla aguas residuales desde el 2003, y hoy cubre las demandas de un
tercio de las necesidades del país. Actualmente Singapur importa
agua desde Malasia y aprovecha el agua de lluvia, que en promedio es
2.5 metros (siendo el promedio mundial es algo más de un metro).
NEWater espera cubrir las
necesidades de más de la mitad de la población hacia el 2060, que
para ese tiempo podría superar los 10 millones de habitantes.
- El proceso
El tratamiento del agua
cuenta con tres fases definidas luego de un primer proceso
convencional. Microfiltración, proceso por el cual se elimina la posibilidad de presencia de agentes bacteriales. Ósmosis reversa (desalinización), en donde se aplica una membrana semi-permeable que permite erradicar virus, metales, etc.. Finalmente el agua se somete a un proceso de exposición a la luz ultravioleta, de tal forma que se está seguro de que posibles micro organismos están desactivados.
Además, al agua tratada se le agrega agua de lluvia, con lo que adquiere una cantidad importante de nutrientes valiosos en actividades como la agricultura.
Aunque el agua es potable, su uso es sobretodo industrial y agrícola. El reto es que aumente la aceptación del agua tratada como fuente potable.
Para Kartik Chandran, catedrático de la Universidad de Columbia en Nueva York, el agua tratada tiene múltiples beneficios: "Además de que reduce el consumo total de agua, el mayor valor agregado de las aguas residuales está en que se trata de un recurso disponible localmente. Esto resulta particularmente beneficioso para las comunidades remotas. En los lugares donde los fertilizantes son demasiado caros o simplemente no están disponibles, se puede mejorar la seguridad alimentaria mediante el reciclaje de aguas residuales regulando específicamente los de nutrientes. En naciones industrializadas, las aguas grises recicladas también se podrían utilizar como una fuente de energía química e hidráulica."
Sin duda, el ejemplo de Singapur pone a la vanguardia un modelo que con el tiempo se configura como una de las grandes soluciones a la escasez de agua, aplicable en diferentes realidades.
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