G.K. Chesterton |
Estoy tratando de desarrollar un ejercicio teórico para enlazar la obra
de Chesterton a los estudios y aplicaciones de la comunicación moderna, que
suele tornarse más bien odiosamente marxista o funcionalista según sea el caso;
y que además no me sirven para entender de mejor manera el mundo en términos de
sus relaciones comunicacionales.
Aunque discutir sobre este tipo de corrientes puede ser objeto de otro post, creo que es importante dejar claro que toda la comunicación moderna, tanto teoría como práctica, responden a las premisas intelectuales de la Escuela de Frankfurt;
por lo que conviene ir preparando las bases para una mirada alternativa de la teoría de la comunicación que comulgue de mejor manera con el siempre saludable sentido común, más que con el modernismo imperante por estos días.En la búsqueda de bisagras entre el genial tomismo chestertoniano y la
comunicación, me encuentro con Marshall McLuhan, cuya obra estuvo profundamente
influida por G.K. Chesterton y por el propio Santo Tomás de Aquino.
Marshall McLuhan |
Porque una mirada de la comunicación solo puede corresponderse con una
mirada desde la historia y la sociedad; y la manera en la que G.K. Chesterton
entendió la sociedad, es sencillamente brillante. Esto último lo comprendió
Marshall McLuhan y le permitió retornar a la Iglesia Católica, y
desarrollar un entendimiento cristiano de la sociedad y su proceso histórico.
Marshall McLuhan dijo una vez, "Conozco cada palabra de
(Chesterton), él es responsable de traerme a la iglesia. Escribe a través de la
paradoja, eso lo hace difícil de leer (o difícil para el lector)". Así,
McLuhan también utilizaría la paradoja como lenguaje cotidiano, cuya impronta
se sintetiza con aquello de que "el medio es el mensaje".
Pero McLuhan no solo toma de Chesterton el estilo literario, sino además
recupera la alegría que éste propone en comparación del mecanicismo del mundo
contemporáneo.
El análisis y la praxis de la comunicación actual han perdido el
horizonte ético para sucumbir a la dictadura utilitarista, propia del
mecanicismo; lógica que condena a sus operarios a ser meros sujetos inanes que
han abortado su espíritu creativo, que además es una característica innata de
los hombres. De esta naturaleza, Chesterton habla de manera constante porque es
la evidencia clara de su vínculo con Dios.
Para Marshall MacLuhan, Chesterton miraba la realidad desde un punto de
vista práctico y místico a la vez. En contraposición con una visión dialéctica
o simplemente historicista evolucionista.
"Cuando se ve que hay dos lados principales en
todo, uno práctico y otro místico, (…) el significado y efecto del señor
Chesterton puede quedar claro (…) Esa incansable vigilancia en el examen de la
moda actual y el fatalismo, que lo ha caracterizado durante más de treinta
años, depende claramente de su lealtad a una gran visión: "Su credo de
asombro era cristiano por esta prueba absoluta, que sentía que se le escapaba
continuamente tanto de él como de los demás".
A MacLuhan no se le escapa ese enfoque dual, que no
dialéctico, que tiene Chesterton: lo práctico, lo utilitario, pero también su
connotación mística. Aquello que, tal vez más que nada, es innato al acto
comunicativo a nivel histórico, social, grupal e individual.
La teoría de la comunicación, y obviamente su
práctica en cualesquiera de sus funciones, se queda reducida a una mera
herramienta. Así las relaciones públicas, la publicidad o el ejercicio del periodismo,
solo responden a intereses sin ningún tipo de valor o sentido moral o ético; dentro
de un engranaje superior que la subyuga inevitablemente a esa función.
¿Hacia qué modelo nos acerca Chesterton y MacLuhan?
Creo particularmente que no nos acercan a un modelo de comunicación, nos acercan a
una manera de comprender el mundo no moderna, sino real en donde la
comunicación no es función sino relación y signo del hombre con su entorno, y sobre todo con Dios.
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