Estos temas tienen más que ver con la metacomunicación que con el mensaje en sí mismo. Y es que el cómo suele comunicar más que lo explícito o lo tangible. Sarah Cooper nos muestra en tono de comedia (aunque a veces no lo es tanto la verdad) cómo se lleva a la práctica laboral aquella premisa de George Berkeley en donde ser es ser percibido. En este caso a la hora de gestionar correos electrónicos en el trabajo.
El artículo original lo pueden encontrar justo aquí y es uno de los tantos que Cooper ha desarrollado en clave de humor.
#1 Quéjate por la cantidad de correos que recibes frecuentemente
Quéjate de la cantidad de correos que te llegan, pero no digas cuántos recibes. Averigua la cantidad que otros reciben y simplemente duplícalos.
#2 Usa siempre la firma automática de tu dispositivo
Esto tiene dos funciones, si tienes un error gramático o de tipeo, de alguna manera te disculpa en la medida que estás en un dispositivo que te podría resultar incómodo. Además implica que siempre estás en movimiento.
#3 Responde inmediatamente después que tu jefe o gerente
De todos los correos que te puedan llegar a tu bandeja, obviamente el más importante es el de tu jefe. Suena proactivo con frases como "totalmente de acuerdo" "definitivamente" "te robaste las palabras de mi boca" o alguna otra muestra de total y completa disposición a tu superior.
#4 Siempre sé el primero en felicitar
Sea lo que fuere que alguien haya logrado, felicítalo. Esto te mostrará como un miembro altamente comprometido con el equipo. Además al felicitar a medio mundo, si tu productividad anual ha sido realmente pobre, nadie lo habrá notado realmente.
#5 Ideas aleatorias a cualquier hora (generalmente de madrugada)
Prepara una lista de ideas orientadas a mejorar la producción de la compañía y envíalas de madrugada y fines de semana. Esto dará una idea de tu inmenso compromiso organizacional incluso a las 3:00 am.
#6 Incluye información adicional en el subjet del correo
Sea lo que fuere, esto le sugiere al lector una idea previa que abre su curiosidad e interés por tu mensaje.
#7 Envía actualizaciones frecuentes de lo que haces
La gente siempre anda especulando sobre lo que haces y por qué lo haces. Déjalos conocer más de ti y tus actividades diarias a través de constantes actualizaciones. Te lo agradecerán.
#8 Agrega la etiqueta TL;DR en tus correos
TL;DR (Too long; don´t read) es una forma de resumir los aspectos más importantes de un texto mucho más largo y previsiblemente menos ordenado que, de hecho, no quieres que lean.
#9 Sé el primero en agendar una reunión
En una conversación por correo, en donde todos tienen brillantes ideas y demuestran una gran proactividad, sé el primero en sugerir una reunión. Eso representará el altísimo grado de liderazgo que estás teniendo en el grupo y todos te lo agradecerán.
#10 Alinea a tu audiencia
Es un poco pasivo-agresivo pero es interesante alinear a tus públicos con frases tipo: "Si no están interesando en el futuro de la compañía dejen de leer este mensaje". Altamente persuasivo y les dejará claro a los interesados, qué es lo que quieres comunicar.
#11 Espera una semana antes de responder a correos directos
Luego de una semana exactamente, responde preguntando si tu ayuda aún es necesaria. Si lo es, esa persona te buscará en ese lapso.
#12 Utiliza la función auto-responder cuando estés ausente
Incluso si estás lejos por una hora. Indica quiénes serán tus puntos de contacto por cada proyecto que estés desarrollando. También es recomendable preparar un documento más extenso y complejo con todo, absolutamente todo lo que estás desarrollando y las personas que pueden ser contactadas durante tu ausencia.
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