Publiqué un video en mi canal de Youtube sobre los dos principales objetivos que tiene el proceso de storytelling en un entorno tan competitivo y difuso como en el que actualmente nos hallamos.
Como todos ustedes deben experimentar a diario, hemos pasado de un contexto en donde la comunicación era unidireccional, a la bidireccionalidad más abierta.
Las compañías y marcas claman por atención, y solo son exitosas aquellas que han logrado articular acertadamente una narrativa que genere compromiso y participación entre sus stakeholders y usuarios.
Similar situación pasa entre las marcas personales, y no hablo solamente desde el punto de vista profesional. Incluso en el plano personal vamos tratando de hallar espacios en donde nuestros familiares, amigos y parejas nos den el 100% de su atención para retroalimentarnos de ellos.
A este período de búsqueda de la atención y generación de engagement se le ha denominado Economía de la Atención.
Los autores Goldhaber y Franck hablaron incluso de que las transacciones de atención sustituirían a las transacciones financieras en algún momento.
Todos conocemos que lo que define la dinámica económica de la sociedad es la relación entre oferta y demanda. Esta es una premisa que cada uno de nosotros conoce con relativa facilidad.
Sin embargo, vivimos en un mundo saturado de información respecto de la oferta de productos o servicios que compiten entre sí. La información es ilimitada, pero la capacidad de los receptores de información es más bien limitada.
Para que la atención de nuestros usuarios se concentre en nuestra marca, se requieren poderosos y eficaces modelos de big data que puedan orientarnos en torno las características y hábitos de nuestros usuarios.
Allí ya nos acercamos a temas relacionados con inteligencia de marketing y reporting que por ahora no voy a tocar. Sin embargo sería bueno que le den una mirada a este artículo de Adolfo Plasencia en El Mundo.
Sí me quiero concentrar en los dos objetivos básicos que tiene el storytelling, previo a la generación de contenido.
#1 Atraer la atención de nuestros usuarios
Como les comentaba, vivimos en un periodo en donde lo que más abunda es la información. Las marcas buscan la atención de nuestros usuarios o públicos, y solo lo logran aquellas que apelan a una narrativa fuerte y atractiva.
¿Cómo lograrlos? Primero hay que desarrollar un relato que se pueda posicionar fácilmente en la mente de nuestros stakeholders, y debe basarse en mitos y rituales, metáforas y arquetipos.
Para identificar el tipo de relato que vamos articular, debemos tener clara la identidad de nuestra marca y compañía. Estos post sobre naming les pueden ser útiles.
#2 Generar engagement con nuestros contenidos
La generación de engagement es una tarea muy compleja. Es un proceso que habla de la identificación con nuestro relato o narrativa.
Para que exista ese nivel identificación que desarrolle compromiso con el relato de la marca, es básico que podamos conocer qué es lo que motiva a nuestra audiencia.
Esa motivación debe ser parte de los atributos de la historia (y de la marca) que genere ese link emocional que estamos buscando.
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