Fotografía de larga exposición, acaso representativa del silencio y de la nada. Fuente: Flickr usuario fifichat1 |
Hablar sobre el silencio es en sí una contradicción; tal vez lo mejor que se puede decir sobre el silencio no contenga ningún tipo de sonido o entonación remota ni cercana; sin embargo el silencio es una poderosa arma comunicacional. El silencio llena la nada de mucho, y nos ofrece el claro mensaje de la incertidumbre.
En comunicación interpersonal, el silencio entre dos personas nos revela complicidad sin la mediación de las palabras. Es entendimiento mutuo y unidad de sensaciones; y tal vez conciencia común. Sin embargo también nos ofrece la coincidencia del desencuentro y la certeza de la separación.
El silencio es nuestra expresión no hablada del vacío. Nos atormenta la idea del vacío y de la nada, porque esta es incontrolable e invitadora de incertidumbres; y todos odiamos ese caos.
Lo dice Pablo Neruda en su poema XV:
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
En comunicación corporativa el silencio también es decidor. El callar comunicacional es cómplice del rumor malintencionado, tanto a niveles internos como a niveles de comunicación externa. Las empresas y las marcas deben, abarcar los silencios corporativos. Enamorar, al contrario de Neruda, con información sobre las actividades de la organización.
El cómo se hace es labor del comunicador, alfarero de silencios, mensajes e imágenes.
Contáctate conmingo:
Facebook: Durand Comunicaciones
Twitter: @durandcom
Linkedin: Luis Durand
Skype: luis.durand1
No hay comentarios.:
Publicar un comentario