viernes, 29 de abril de 2022

🔴¿QUIÉN es ELON MUSK? ¿ES TRANSHUMANISTA? ¿POR QUÉ LE DICEN EL EMPERADOR DE MARTE?

En estos días Elon Musk ha hecho noticia por la compra deTwitter, probablemente, la más importante red dedicada al debate político y social del mundo.

La importancia de Twitter se debe a que el contenido allí discutido se nutre de los reales actores políticos, para luego influirlos y retroalimentarlos.

Lógicamente esto repercute luego en la toma de decisiones de estado y es protagonista en las grandes movilizaciones sociales alrededor del mundo.

Durante los últimos años, Twitter, se convirtió en un espacio con gran presencia de usuarios progresistas y globalistas, cuyo mensaje fue promovido por la propia red en desmedro de otros usuarios que no participaban del pensamiento único en cualesquiera de sus agendas.

El caso más emblemático de esta situación fue la censura que ejecutó la red social contra el presidente número 45 de los Estados Unidos: Donald Trump.

Con esta modalidad la red social no solo se contentaba con alimentarse de los contenidos publicados por sus usuarios, sino que, al suprimir contenidos y cancelar cuentas, también editorializaba, es decir, fijaba posición política y social alrededor de determinados temas que eran de adhesión globalista.

Sin embargo, en estos días se ha concretado la compra de la compañía por el magnate estadounidense de origen sudafricano, Elon Musk.

Musk ha denunciado en diferentes ocasiones que Twitter se había convertido en una red que suprimía la libertad de expresión, siendo su anhelo devolverle esta virtud, transparentando los algoritmos y eliminando los bots.

Esto ha hecho que mucha gente identificada con la derecha y liberales, incluso cristianos, vean en el fundador de Tesla una especie de salvador en contra del establishment de lo políticamente correcto y de las agendas globalistas; que como todos sabemos son introducidas a través del multilateralismo, las ongs y los medios de comunicación.

Sin embargo, Elon Musk dista mucho de la imagen de un líder conservador interesado por erradicar el pensamiento globalista.

Musk es un transhumanista declarado y patentado en su proyecto Neuralink, que según lo que él mismo ha dicho se trata de un implante transcraneal que utiliza estimulación de corriente continua, que tiene como propósito ayudar a personas con lesiones en la médula espinal.

La última instancia del proyecto es fusionar el cerebro con las computadoras e internet en una dinámica que desconocerá los límites entre las máquinas y los seres humanos.

Previamente Musk ha experimentado con animales, entre ellos un mono al que le ha enseñado a jugar videojuegos con la mente, sugiriendo la posibilidad de extrapolar la experiencia a los seres humanos.

La premisa que defiende Musk es, en el fondo, la de modificar al ser humano y sus capacidades.

Musk no es el único que viene trabajando en este tipo de proyectos, China tiene su propia versión militar de Neuralink llamada Neuromatrix, que tiene como misión desarrollar armas de control mental.

El Pentágono también está financiando un proyecto que tiene la finalidad de hacer que los marines puedan comunicarse mentalmente con el campo de batalla.

Las tres industrias que impulsan estos desarrollos son principalmente, la industria del espionaje, la de la muerte y directamente la del comercio.

Elon Musk sabe que este mercado está en formación y anda apurado. Su experiencia en Silicon Valley le ha enseñado que quien aterriza primero, domina el mercado. Un mercado que tiene ya a muchos fondos de inversión haciendo cola para aprovecharlo.

El mercado originado gracias a la floreciente industria del transhumanismo tiene unos 66 mil 700 millones de dólares presupuestados para el 2028 según el Global BioHacking Market.

¿Qué es exactamente el transhumanismo?

El transhumanismo, de acuerdo con Alfredo Marcos, profesor de Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Valladolid, pretende modificar a fondo al ser humano a través de herramientas tecnológicas, a diferencia del humanismo que se concentra en mejorar la calidad de vida de los hombres.

En la actualidad la narrativa ideológica dominante se basa en el desarrollo de la tecnología como motor emancipador de los seres humanos.

Esta narrativa se expresa mejor en los avances en bioingeniería, genética, inteligencia artificial, nanotecnología, robótica; y el desarrollo de otros confines tecnológicos como la computación cuántica, la impresión 3D, la tecnología de materiales, etc.

A este supuesto progreso tecnológico, lo acompaña necesariamente una adecuación humana de sus comportamientos, es decir una nueva moral.

Este aspecto supone que los seres humanos vayan adaptando sus valores al nuevo entorno tecnológico al que estamos ingresando y a su expresión económica y social, explicada con detalle en los denominados Objetivos 2030.

Elon Musk siempre ha estado a favor de los objetivos planteados por Foro Económico Mundial, que es el organismo que promueve esta agenda, que en uno de sus postulados le dice a la gente, sin empacho, que para el 2030 no tendrás nada y serás feliz.

Por tanto. cabe preguntarse, es Elon Musk un real interesado en cambiar el orden de las cosas o más bien cumple un papel de disidencia controlada, que hace que mucha gente se entusiasme por alguien que al final protege los intereses de la élite.

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