Sin embargo, soy de los que piensan que el cambio de año no es una variable que determine nuestro éxito, sino más bien éste depende de la actitud y las ganas que le pongamos a lo largo del tiempo.
No son las doce uvas las que iluminarán los doce meses de este joven 2016; tampoco influye tanto darle la vuelta a la manzana con maleta en mano para que podamos viajar por otros rumbos. Creo más bien que todo depende de nuestra propia magia, de poner los sueños en acción y ejecutarlos efectivamente.
Probablemente no será fácil lo que venga; estamos en un entorno económico signado por la incertidumbre, en donde las decisiones políticas no siempre son las más inteligentes o apropiadas; y es precisamente ese coqueteo con el lado oscuro, lo que puede hacer variar nuestros planes de vida y de carrera.
En este contexto, las áreas de comunicación de las organizaciones son probablemente los espacios más sensibles a los cambios empresariales. Una reducción presupuestal afecta directamente a la gestión de los mensajes y la dirección siempre se decanta por las áreas de producción y ventas.
Esto último puede significar que muchas áreas de comunicación sufran el efecto de un posible enfriamiento económico.
¿Cómo enfrentar este año en lo personal y profesional?
En realidad no podría dar una receta general o pontificar sobre esto (cada quién conoce mejor su propia realidad) pero sí podría dar algunas ideas que pueden funcionar.
#1 Todo empieza por uno
En realidad puede sonar redundante, pero cualquier cambio empieza por uno mismo. Si quieres experimentar las cosas de otra manera solo debes caminar distinto, mirar desde otra perspectiva, atreverte a cruzar a la otra orilla del río.
Es importante predisponerse a cambiar, vivir en el cambio y nutrirse de él.
Tener una actitud positiva ante la vida nos puede proveer de muchas satisfacciones, incluso en tiempo de crisis.
#2 Dónde estamos y de qué disponemos
Esto es básicamente un ejercicio de posicionamiento, de analizar dónde nos ubicamos y qué nos falta para alcanzar nuestros sueños; así como saber qué tan materializables son.
Poder construir una hoja de ruta para alcanzar nuestros objetivos supone hacer un análisis de aquellas herramientas y recursos que tenemos a nuestra disposición. Supone también tener la mente abierta para poder desarrollar metas alcanzables y realistas.
#3 Pequeñas metas diarias
Qué estamos haciendo en este momento para alcanzar nuestros objetivos anuales. Cómo dividimos nuestras grandes aspiraciones en metas, acciones y actividades diarias.
Pequeñas y articuladas conquistas diarias hacen posible el logro de grandes objetivos.
#4 Estar bien físicamente
La motivación es un aspecto importante cuando queremos alcanzar nuestras metas. El ejercicio físico estimula la creación de endorfinas que permiten generar la sensación de bienestar necesaria para seguir adelante, a pesar de las adversidades.
El ejercicio nos permite estar siempre alertas, listos y predispuestos para la acción, y de hecho, echarle ganas a nuestros retos diarios
#5 Genera y mejora tu networking
Este es uno de los elementos más importante en el momento de generar oportunidades para aterrizar y convertir ideas en proyectos.
El networking hace posible encontrar y ser encontrado por posibles socios que te pueden ayudar con el logro de tus objetivos.
La generación de redes de contacto facilita nuestro desarrollo personal, laboral y de negocios; en todo sentido.
En ese sentido es básico participar en congresos, ser parte de asociaciones, y estar siempre presente en las redes profesionales participando en grupos de discusión.
Estas son algunas de las ideas que pueden ayudar a que enfrentes con éxito este nuevo año, ¿tienes más ideas?
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