Los principales ríos de Europa se están secando. Los niveles de agua han disminuido de manera dramática, al punto que los lechos marinos han emergido, haciendo visibles las famosas piedras del hambre.
Conocidas como “Las
rocas horribles” las piedras del hambre lanzan una vez más una terrible
advertencia de lo que podría estar por ocurrir en la vieja Europa.
Una de estas piedras puede apreciarse en el río Elba, que va
desde las montañas de la República Checa, a través de Alemania, hasta el Mar
del Norte.
La piedra habla de una sequía ocurrida en 1616 y deja una
terrible advertencia: “Si me llegas aver, llora”.
La última vez que las piedras salieron a flote fue durante
la sequía de 2018, y hoy son puntos de
referencia hidrológicos en toda Europa central.
Un equipo de investigadores de la República Checa comentó
que las inscripciones perpetuadas en las piedras hablan, sobre todo, de mala
cosecha, ausencia de alimentos, subida de precios y hambre.
Sin embargo, la actual sequía que azota Europa es histórica.
Según el Observatorio Europeo de Sequía,
este fenómeno podría ser el peor en 500 años.
El Puente de la Mesta, en Villarta de los Montes, en
Extremadura, España; es un puente mudéjar que está cubierto por el agua,
gracias a un embalse de Cijara, pero la sequía lo ha puesto al descubierto.
47 por ciento del
territorio europeo está en alerta de sequía, es decir, el suelo tiene
déficit de humedad.
Por otro lado, 17 por
ciento de Europa tiene a su vegetación afectada por las condiciones secas
que la rodean.
Los ríos de Europa están experimentando tres peligrosas
condiciones, son demasiado secos,
demasiado bajos y demasiado cálidos; lo que afecta directamente la vida
silvestre, el movimiento económico y la calidad de vida de las personas.
El río Rin, en
Alemania; el Po en Italia; y el río Támesis en Inglaterra, se están secando.
En Galicia han emergido los restos del castrum romano Aquis
Querquennis, que data del siglo III. Esta construcción está sumergido en las
aguas del río Lima y el embalse de la Concha.
Lo que ocurre en el río Rin es especialmente preocupante. El
río está a mitad de su profundidad, y partes de él tienen niveles de agua
incluso más bajos.
Esta situación ha encarecido el transporte de mercancía,
dado que los buques llevan menos peso para evitar accidentes.
La situación en Italia no es mejor. Hace poco el primer
ministro italiano dijo que su país experimenta la peor crisis hídrica en los
últimos 70 años.
De hecho una bomba de 450 kilos, perteneciente al tiempo de
la Segunda Guerra Mundial, fue hallada en el río Po, en Italia.
El lago Velence en Budapest también se halla en su nivel más
bajo, jamás registrado.
La sequía europea es el resultado de meses con altas
temperaturas y pocas lluvias. La intensidad, frecuencia y duración de los
eventos climáticos han ampliado las dimensiones de las sequías.
No se espera que las condiciones mejoren a corto plazo, por
lo que países como Italia, España, Alemania, Hungría, Rumanía, Ucrania y
Francia podrían verse duramente.
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