Estamos al borde de una guerra con Rusia y China en asuntos que parcialmente hemos creado, sin ninguna idea sobre cómo iban a acabar o a dónde nos iban a llevar-
Esta es una de las
enigmáticas frases que el conocido exsecretario de Estado y consejero de seguridad
nacional de los Estados Unidos, Henry Kissinger de 99 años, soltó en el marco
de una entrevista con el Wall Street Journal hace unos días.
Y es que el viejo
político estadounidense parece advertir que nos estamos dirigiendo hacia una
imprevisible espiral bélica, de la que él no vislumbra un liderazgo claro que
la evite.
Kissinger agregó
que las políticas exteriores de los Estados Unidos “son especialmente sensibles a la emoción del momento”
Aunque comentó que
“los líderes de Estados Unidos tienen
un problema para definir la dirección del clima político, que él considera que
han elevado las tensiones globales.”
Kissinger sugiere
que Estados Unidos debería concentrarse en no acelerar los conflictos globales,
y más bien crear opciones (diplomáticas); pero eso supone tener un sentido de
propósito.
Sentido de
propósito que claramente los actuales líderes de Estados Unidos, son incapaces
de generar y mucho menos compartir.
También comentó
que Estados Unidos se debe preguntar: “cómo
unir nuestras capacidades militares con nuestros objetivos militares; y cómo
relacionarlos con nuestros propósitos morales”
Henry Kissinger es
conocido por su cuestionado rol como secretario de estado bajo la
administración de Richard Nixon, en donde fue acusado de criminal de guerra al sabotear las conversaciones de paz con
Vietnam, y expandir el conflicto a Cambodia.
Kissinger dijo
además que Ucrania debe ser acogido como
un miembro de la OTAN, más allá de que sean parte o no del acuerdo
atlántico.
En este punto
Henry Kissinger, aparentemente se ha retractado de la perspectiva que tenía inicialmente
hace solo unos meses atrás, en donde fue crítico de la precipitada apertura de
la OTAN a Ucrania.
En la entrevista
el exsecretario de estado criticó indirectamente la visita de Nancy Pelosi a
Taiwan, alegando que “hay que ser muy
cuidadosos al tomar medidas que puedan cambiar la estructura de la relación con
China”.
Kissinger dio
estas declaraciones en el marco del recrudecimiento de los conflictos
internacionales con sus naturales consecuencias económicas, en un escenario ya
debilitado por el contexto pospandémico.
La escalada de los
conflictos y tensiones en Europa oriental y Asia, en buena medida gestionados,
sino generados por acción u omisión por Estados Unidos; han debilitado Europaoriginando una crisis económica y energética que recién empieza.
Además, se ha
fortalecido la relación y cooperación entre China y Rusia en materia militar económica
y científica; que podría tener imprevisibles consecuencias; y en el mejor y más
positivo de los casos podría equilibrar el juego de poder global.
Mientras tanto,
diversos analistas y periodistas empiezan a hacer cálculos del impacto social que
podría tener una guerra nuclear a gran escala
El Washington Post
ha publicado un artículo hace unos días en donde calculaba que las dos terceras partes del mundo moriría
de hambre si un evento de estas características se desatara.
Más aún, el mismo
medio daba cuenta que incluso si se desatase una guerra nuclear en pequeña
escala, entre la India y Paquistan, sus efectos terminarían con la vida 2.5 mil millones de personas.
Esto debido a la
vulnerabilidad alimentaria que tiene el mundo, y que se han hecho evidentes
durante los eventos de Rusia y Ucrania
Efectos, tanto
inmediatos como mediatos, que perdurarían varias generaciones en resanar.
Esto era lo que
quería contarte en relación a las polémicas declaraciones de Henry Kissinger, exsecretario
de estado de los Estados Unidos.
¿Y tú qué opinas?
¿Crees que nos acercamos a una confrontación nuclear? ¿Consideras que todo esto
es un ardid para beneficiar a una potencia? Déjamelo en los comentarios y
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