La constante e implacable búsqueda del culpable en las organizaciones empresariales.
Las organizaciones son entes, seres vivos constiuidos por dos o más individuos unidos por fines y objetivos comunes y aceptados por sus integrantes. Claro está que hay definiciones más elaboradas que esta, sin embargo sirve para ilustrar la idea de que las organizaciones están en una constate búsqueda por crecer y desarrollarse llamémosla sinergia evolutiva.
Por lo menos así debería ser. Las empresas deberían desarrollar sus propios mecanismos de cohesión y cohersión que les permita trascender en el tiempo. Particularmente creo que las organizaciones son, incluso, más grandes que sus propios fundadores o dueños, y ocupan su propio espacio vital hasta su muerte.
Desde este punto de vista cada uno de los procesos que, en su desarrollo, generen una suerte de conflicto que le impida a la organización alcanzar sus objetivos, debe ser analizado y solucionado de forma eficaz y eficiente.
Pero qué sucede cuando se invierte recursos; hablo de tiempo, materiales o dinero, en la búsqueda implacable de aquel miembro de la organización que cometió un error que impidió a la empresa alcanzar un objetivo o meta; o que simplemente estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Uno de los problemas más extendidos entre las organizaciones es aquella arraigada cultura en la que sus valores más importantes se centran en la búsqueda del "culpable" para castigarlo frente al resto de miembros de la organización; y decirle a la gente, así no se hace, y si lo haces yo haré esto contigo.
Aquellos grupos humanos consumen valiosísimo tiempo en ubicar a los presuntos transgresores y castigarlos públicamente, sin importar necesariamente la solución del problema... de hecho la solución del problema esta específicamente en el castigo del mismo culpable, el problema en sí pasa a un segundo plano.
Siguiendo la analogía del organismo viviente, es como si las defensas del cuerpo humano, lucharan entre ellas cuando ingresa un virus o una bateria.
Imaginen una situación en donde el gerente general del sistema defensivo pida una auditoría para saber quien fue el globulo blanco que permitió que cierta infección ingrese al cuerpo. Obviamente eso no sucede en los organismos vivos, que se concentran en la solución del problema, más que en la búsqueda del leucocito culpable.
Las empresas deberían concentrarse en solucionar problemas, antes que ofrecer culpables; esa es la naturaleza de las organizaciones que desean trascender en el tiempo.
Las organizaciones son entes, seres vivos constiuidos por dos o más individuos unidos por fines y objetivos comunes y aceptados por sus integrantes. Claro está que hay definiciones más elaboradas que esta, sin embargo sirve para ilustrar la idea de que las organizaciones están en una constate búsqueda por crecer y desarrollarse llamémosla sinergia evolutiva.
Por lo menos así debería ser. Las empresas deberían desarrollar sus propios mecanismos de cohesión y cohersión que les permita trascender en el tiempo. Particularmente creo que las organizaciones son, incluso, más grandes que sus propios fundadores o dueños, y ocupan su propio espacio vital hasta su muerte.
Desde este punto de vista cada uno de los procesos que, en su desarrollo, generen una suerte de conflicto que le impida a la organización alcanzar sus objetivos, debe ser analizado y solucionado de forma eficaz y eficiente.
Pero qué sucede cuando se invierte recursos; hablo de tiempo, materiales o dinero, en la búsqueda implacable de aquel miembro de la organización que cometió un error que impidió a la empresa alcanzar un objetivo o meta; o que simplemente estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Uno de los problemas más extendidos entre las organizaciones es aquella arraigada cultura en la que sus valores más importantes se centran en la búsqueda del "culpable" para castigarlo frente al resto de miembros de la organización; y decirle a la gente, así no se hace, y si lo haces yo haré esto contigo.
Aquellos grupos humanos consumen valiosísimo tiempo en ubicar a los presuntos transgresores y castigarlos públicamente, sin importar necesariamente la solución del problema... de hecho la solución del problema esta específicamente en el castigo del mismo culpable, el problema en sí pasa a un segundo plano.
Siguiendo la analogía del organismo viviente, es como si las defensas del cuerpo humano, lucharan entre ellas cuando ingresa un virus o una bateria.
Imaginen una situación en donde el gerente general del sistema defensivo pida una auditoría para saber quien fue el globulo blanco que permitió que cierta infección ingrese al cuerpo. Obviamente eso no sucede en los organismos vivos, que se concentran en la solución del problema, más que en la búsqueda del leucocito culpable.
Las empresas deberían concentrarse en solucionar problemas, antes que ofrecer culpables; esa es la naturaleza de las organizaciones que desean trascender en el tiempo.
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