Con el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI, mucha gente habla de "la profecía de los Papas" atribuida a San Malaquías. Pero ¿qué importancia tiene esto? ¿Es algo que deba inquietar o quitar a la paz a los creyentes? Lo analizamos en 9 puntos, que siguen bastante de cerca un análisis del popular bloguero y evangelizador Jimmy Akin.
1. ¿Qué es la "la profecía de los Papas"?
Es un documento que publicó en 1595 un benedictino llamado Arnoldo de Wyon dentro de una historia de la orden benedictina que estaba escribiendo,
Se trata de una lista de 112 frases cortísimas y enigmáticas en latín, que se supone que representan a papas desde la época del obispo irlandés San Malaquías, del siglo XII, en adelante. Es Wyon quien dice el autor es San Malaquías. También él dice que no le consta que nunca antes se hubieran publicado en forma impresa.
Además del listado de frases enigmáticas, Wyon añade una serie de interpretaciones y análisis que él atribuye al historiador y dominico español en Roma Alfonso Chacón (c.1530-1599).
2. ¿Quién fue San Malaquías? ¿Es fiable?
San Malaquías (1094-1148) fue el arzobispo de Armagh, en Irlanda. Fue monje, abad, obispo y finalmente Primado de Irlanda, un gran reformador de la Iglesia y avivador de la fe. Murió en Claraval, Francia, en brazos de San Bernardo de Claraval, en 1148, quien le admiraba y escribió de él, de sus obras y de sus milagros. Por él sabemos que en 1139 el irlandés visitó Roma y se entrevistó con el Papa.
Que San Malaquías es santo y modelo de pastor y reformador no lo duda la Iglesia. Pero San Bernardo, que tanto lo quiso y que tanto escribió sobre su amigo, milagros incluidos, nunca escribió nada sobre ninguna profecía, visión, ni lista enigmática que hubiera dejado este santo. Ni rastro de esta lista profética hasta 450 años después.
3. ¿Por qué la gente habla de San Malaquías y la supuesta profecía estos días?
Porque la lista se acaba con el papa 112º. Benedicto XVI sería el número 111 de la "lista de San Malaquías". Y para el 112, la última anotación, en vez de un par de palabras, encontramos esta frase:
"Pedro el Romano, que nutrirá las ovejas en muchas tribulaciones; cuando acaben, la ciudad de las 7 colinas será destruida, y el juez terrible juzgará a su gente. Final."
Así, el Papa que surgiera del Cónclave actual sería el último, Roma sería destruida, llegaría el juicio final, etc...
Por eso la gente repasa listas de papables que se llamen "Pedro", a saber: Péter Erdo (arzobispo de Budapest), Peter Turkson (africano, de Ghana, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz) y, como segundo nombre, Odilo Pedro Scherer (arzobispo de Sao Paulo).
4. Pero, ¿qué credibilidad da el Magisterio de la Iglesia a esta "profecía"?
Ningún documento del Magisterio ha aprobado de ninguna manera nada de esta profecía ni se le ha dado ningún reconocimiento.
5. ¿Hasta qué punto podemos hablar de que sea "auténtica"?
San Malaquías murió en 1148, era un personaje bien conocido y popularizado por su amigo, San Bernardo de Claraval, el eclesiástico más influyente de su época. Pero ni San Bernardo ni nadie habló jamás de ninguna profecía de San Malaquías hasta que en 1595 la publicó Arnoldo de Wyon, casi 450 años después.
Quizá Arnoldo de Wyon se la inventó. O quizá un bromista o estafador falsificador creó efectivamente la lista misteriosa en el siglo XVI, la puso en un archivo romano y ahí la encontró Arnoldo, documentándose para su historia benedictina.
6. Pero ¿la profecía acierta en los 111 papas que ya ha cubierto?
Los investigadores se han dado cuenta que acierta mucho con los papas anteriores a 1590. Y acierta poco con los papas posteriores. Eso refuerza la idea de que el autor la escribió en 1590. Esto ya lo veía el historiador y benedictino gallego Benito Jerónimo Felijóo en su Teatro Crítico Universal (1724–1739).
Jimmy Akin, popular bloquero y apologista católico, hizo recientemente el experimento personal de repasar cada papa con su "profecía": hasta 1590, el 95% de las profecías aciertan claramente, y solo un 5% son vagas o dudosas. Desde 1590, sólo un 8% aciertan claramente (un 41% fallan y un 51% son vagas e indemostrables).
Curiosamente, los aciertos (¡y sobre todo los fallos!) de las frases anteriores a 1590 coinciden sospechosamente con un libro de historia de los Papas que escribió en 1557 el historiador agustino Onofrio Panvinio, bibliotecario del cardenal Alejandro Farnesio. Parece que el verdadero autor de las profecías usó ese libro.
7. ¿Ejemplos de "profecías" que aciertan?
"Ex castro Tiberis" (de un castillo en el Tiber) se refiere evidentemente a Celestino II (1143-1144), nacido en Citta di Castello, al lado del río Tiber. "Frigidus abbas" es Benedicto XII (1334-1342), que fue abad de Fontfroide (Fuentefría). "De parvo homine" (De un hombrecito), es Pío III (1503), cuyo apellido era Piccolomini (en italiano, de piccolo y uomo, hombre pequeño).
8. ¿Ejemplos de "profecías" que encajan sólo forzadas?
"Aquila rapax" (águila rapaz) correspondería a Pío VII (1800-1823). ¿Por coincidir con el reinado de Napoleón? Pero entonces la frase no define al Papa sino a alguien más o algo más que actúa durante su papado... y entonces cualquier cosa sería aplicable: ¡siempre habrá algún gobernante rapaz como un águila en el mundo! Las profecías anteriores a 1590 se refieren a los Papas, no a eventos de su tiempo.
"Religio depopulata" (religión destruida) correspondería a Benedicto XV (1914-1922); de nuevo, no habla del Papa. Sí, la Revolución Rusa en 1917 dañó la religión en Rusia (pero no en Italia). Siempre hay algún poder que daña la fe en alguna parte del mundo.
9. ¿Y Jesús y la Iglesia que dicen de todo esto?
De la lista supuestamente profética, como de tantas otras supersticiones o engaños, la Iglesia no dice nada.
Jesús, respecto a calcular días del fin del mundo o el Juicio Final dice, básicamente: "Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora" (Mateo 25,13); y sobre cómo vivir teniendo en cuenta el futuro Jesucristo enseña esto: "No estéis ansiosos sobre el futuro, que tiene sus propias ansiedades. Cada día ya trae su propia preocupación" (Mateo 6, 34).
El Catecismo de la Iglesia, en su párrafo 67, habla de las "llamadas revelaciones privadas, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia". Incluso las reconocidas cumplen una condición: "su papel no es mejorar o completar la Revelación definitiva de Cristo, sino ayudar a vivir más plenamente en un cierto periodo de la historia".
Tratar de ligar papas y frases enigmáticas es una curiosidad intelectual o incluso supersticiosa, no algo que ayude a vivir la fe con plenitud. Sería más útil, por ejemplo, conocer al verdadero San Malaquías, ver sus obras y celo evangelizador en la Irlanda del siglo XII y tomarlo como modelo, en vez de perder el tiempo con lo que con toda seguridad es una falsificación del siglo XVI.
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