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domingo, 10 de febrero de 2013

8 tips para aplicar el Carpe Diem en nuestras vidas según Walt Withman




No pretendas saber, pues no está permitido,

el fin que a ti y a mi, Leucónoe,
nos tienen asignados los dioses,
ni consultes los números Babilónicos.
Mejor será aceptar lo que venga,
ya sean muchos los inviernos que Júpiter
te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos escollos.
Sé prudente, filtra el vino
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.
No te fíes del incierto mañana.


Horacio (siglo I AC.) popularizó en sus odas el término latin Carpe Diem: "aprovecha el día hoy"  
... dum loquimur, fugerit invida / aetas: carpe diem, quam minimum credula postero

Apela, Horacio, a la idea de vivir el momento, dado que mañana probablemente no estaremos aquí. Es decir, no existe trascendencia, por lo que el disfrute de los placeres del ahora se convierte en una necesidad impostergable deshabitados de algún rictus de culpa.

Me parece interesante esta filosofía cuando se aplica en términos de la actitud que tenemos ante las cosas en nuestro diario devenir. Más todavía, me parece interesante porque podría ser un vehículo inspirador en la motivación propia y la de nuestros equipos. 

Pero permítanme desarrollar un poco más la definición para luego proponer algunos consejos de aplicación en nuestros equipos. 

Carpe Diem se convirtió en un término muy popular durante la Edad Media, sin embargo, durante el Renacimiento adquiere un matiz diferente más allá de la negación de latrascendencia: "vive ahora porque pronto envejecerás". Cuando envejecemos, desde luego, podremos disfrutar menos de los placeres de la vida, y aquí la frase apela directamente a la belleza y la juventud. 

Al respecto, un poema de Walt Withman

CARPE DIEM 

Aprovecha el día,
no dejes que termine sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte,
que es casi un deber.
No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Porque pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.;
Somos seres humanos llenos de pasión.

La vida es desierto y es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa,
tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,
porque sólo en sueños puede ser libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes, huye.

“Emito mi alarido por los techos de este mundo”, dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples,
se puede hacer poesía bella, sobre las pequeñas cosas.

No traiciones tus creencias.
Todos necesitamos aceptación,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente sin mediocridades.
Piensa que en tí está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte,
de las experiencias de quienes nos precedieron,
de nuestros “Poetas Muertos”;
ayúdame a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros: los “Poetas Vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.

Aquí Withman propone, ya no solamente una actitud hacia el hedonismo, sino el abrazo a una vida plena y edificante que evite el innecesario derroche de tiempo sin propósito, si este no tiene un propósito. Y aquí es donde yo quisiera recoger algunos puntos que nos pueden ayudar a cohesionar a nuestro personal basados en el enfoque que nos ofrece Withman. 

1.- Crecer día a día
Cada uno de nosotros deberíamos ir a dormir por la noche sabiendo que aprendimos algo nuevo, que nos haga mejores personas y profesionales.

2.- Dile no al desaliento
Debemos perseverar en nuestros ideales y sueños, desoyendo a quienes desconfían de ellos.

3.- Trabajemos con pasión
No la dejemos de lado; es el ingrediente combustible de nuestras ideas y acciones.

4.- Evaluar las cosas
Aprender a valorar lo negativo para tejer lecciones de vida; y retroalimentarnos de lo positivo. Ambas miradas responden a una mirada dialéctica de la vida.

5.- No te resignes
La resignación es una enemiga que te ata al suelo, e impide despegar. No dejes que impida tu ascenso.

6.- Seamos nosotros mismos
Seamos auténticos. Congruentes con nosotros mismos y con nuestros valores y creencias. No las dejemos por adaptarnos a la sociedad o a un grupo específico.

7.- Vivir la vida plena
Sin términos medios, o medianías. Tomemos todo completamente. Hagámoslo bien, y cansémonos por el trabajo realizado, el mismo que es un cansancio saludable.

8.- Busquemos maestros
De quienes podamos aprender algo nuevo, trascendente e importante. Los podemos buscar en libros, o entre nuestros amigos y familiares. Siempre hay un bagaje de conocimientos compartidos allí afuera que nos puede ayudar a solucionar problemas. 


Esta actitud Carpe Diem, ha ido adaptándose paulatinamente a diferentes nichos sociales. Por ejemplo, entre adolescentes, esta actitud se ha resumido en la frase You Only Live Once (#YOLO) que quiere decir Solo se vive una vez

Esta frase es utilizada cuando se está a punto de tomar una decisión equivocada, o por lo menos arriesgada.

Encierra un conjunto de elementos que dibujan un estilo de vida o una forma de actuar frente a los demás tipo no-me-importa-nada-no-perderé-la-oportunidad, diferente al enfoque presentado por Withman. 

Sin embargo, aquella actitud de desafío a lo establecido para alcanzar metas superiores, es lo que puede hacer que un grupo o un equipo se cohesionen. 

Por ejemplo, Theon Greyjoy, personaje de Game of Thrones, motivando a sus hombres a resistir el asedio de los hombres enviados por los  Stark para defender Invernalia del propio Theon. 




El discurso abunda en el presente, en la muerte inminente, y en la necesidad de luchar. El discurso es un Carpe Diem cohesionador, aunque llevado a la guerra. Sin embargo, cuando el líder no tiene la credibilidad necesaria para orientar a sus dirigidos e inspirarlos, sucede lo que al final del speech podemos ver. 

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