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domingo, 3 de marzo de 2013

One Day More de Los Miserables, un ejemplo de Comunicación Emocional



Definitivamente todo comunica. Un gesto, un abrazo, una mirada, un movimiento; todo tiene un subyugante significado para nosotros, más aún si la combinación de todo lo anterior viene articulado en una gran historia contada musicalmente. La semana pasada tuve recién la oportunidad de ver Los Miserables, y quedé fascinado con la comunicación de emociones que logra el film. Obviamente, la fenomenal obra de Victor Hugo sirve de sustento para una idílica historia que nos habla de amor, lucha, esperanza y sueños; traducidas en emociones musicalmente descritas.

Victor Hugo, autor de Los Miserables

One Day More
Es uno de esos musicales hechos para llevarnos cual montaña rusa, por las cimas y las simas de las emociones más íntimas del ser humano. Amor y desamor, odio y esperanza, lucha y coraje; nos son regalados de manera soberbia en aproximadamente 4 minutos. 

Un poco más de 4 minutos en donde un reflexivo y atribulado Jean Valjean, repasa dolorosamente su devenir; instantes antes de que Marius y Cosette se declararan amor eterno, aún cuando están apunto de separare. La sombra del desamor la personifica Éponine, quien sufre por la no correspondencia de Marius.

Enjolras interviene, y nos lleva a otro nivel de emoción, la emoción de la lucha por venir, la revolución idealista contra la opresión. Se entremezclan todas estas emociones, con un Javert representando la medida de lo justo y de la ley; alter ego de la intolerancia y el autoritarismo. 

El bien y el mal, la justicia y el amor; comunicados de forma sublime, como lo pudimos ver en la entrega de los Oscars hace una semana. 

Veamos los rostros y la proxémica de los actores. El solemne Hugh Jackman, le cede el turno a la ganadora del Oscar Anne Hathaway quien en esta versión del musical interviene como Fantine, siempre sufriendo aunque, al igual de Valjean, redimida y resurrecta.

Amanda Seyfried, como Cosette; y Eddie Redmayne como Marius; nos llevan al desamor por la inevitable separación. Al tiempo que aparece Eponine, encarnada genialmente por Samantha Barks, quien no puede hacer nada ante la soledad que la embarga al no ser correspondida por Marius.

Evidentemente Russel Crowe no canta, pero hay algo en su puesta en escena que lo hace insoslayable. Este Javert es necesario, nos transmite una marcial ausencia de delicadeza que le da coherencia a su falta de categoría musical.

Sacha Baron Cohen es inigualable en el papel del pérfido Mr. Thénardier, y lo fue en la propia presentación de los premios de la Academia. Todos comunicando emociones.



En esta versión de One Day More, podemos notar cómo una sola persona, Lauren Meyering, puede comunicar emocionalmente cada uno de los más importantes personajes de la historia con su rostro, en un claro ejemplo de sobre actuación; que sin embrago nos permite diferenciar mejor a los personajes a partir de sus gestos.


Definitivamente, siempre que hablamos de emoción, la comunicación cambia de súbito. Deja de ser racional, para instalarse en lo más íntimo de las personas. Si aún no han visto la película completa, les invito a hacerlo!

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2 comentarios:

  1. Muy acertada tu entrada! Creo que diste en el calvo del porqué Les Misérables es una película tan grandiosa. Se desenmarca del género musical para dar vida a las emociones y contraponer ideas fuertes que dejan al espectador con un nudo en la garganta.
    En lo personal, nunca he sido fan de los musicales, pero Les Mis me enamoró. Toda la sala del cine no pudo contener las lágrimas, creando una atmósfera muy íntima y conmovedora.

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  2. Hola Natalia, tienes mucha razón. De hecho la música, como variable que toca profundamente nuestros sentimientos, hace que estas ideas motoras de la película, lleguen con gran intensidad a nosotros. Gracias por participar!

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